Benito de Nursia escribió a principios del
siglo VI una regla destinada a los monjes de los
monasterios. Cuando le destinaron al norte de
Italia como
abad de un grupo de monjes, éstos no aceptaron la Regla y además hubo entre ellos un conato de conspiración para envenenarle. Benito se trasladó entonces al monte
Cassino, al noroeste de
Nápoles, donde fundó el monasterio que sería conocido más tarde como
Montecassino. Allí le siguieron algunos jóvenes, formando una comunidad que acató y siguió la Regla, conocida por las generaciones futuras como
Regula Sancti Benedicti, de 73 capítulos, algunos añadidos y modificados después por sus seguidores. Esta regla benedictina será acogida por la mayoría de los monasterios fundados durante la
Edad Media.
El principal mandato es el
ora et labora, con una especial atención a la regulación del horario.Se ocupó San Benito de las cuestiones domésticas, los hábitos, la comida, bebida, etc. Una de las críticas que tuvo esta regla al principio fue la "falta de austeridad" pues no se refería en ningún capítulo al
ascetismo puro sino que se imponían una serie de horas al trabajo, al estudio y a la lectura religiosa, además de la oración.
Siguiendo los preceptos, el hábito benedictino debía estar formado por una
túnica y un
escapulario, cubiertas ambas piezas por una capa con capucha. Después, el color negro fue el predominante hasta que llegó la reforma de los
cistercienses, que volvieron a adoptar el blanco; de ahí la diferencia que se hace entre
monjes negros y
monjes blancos, ambos descendientes y seguidores de la orden benedictina.
De la Santa Regla
Capítulo I: De los diversos géneros de monjes.
Cap II: De cuál debe ser el abad.
Cap III: De cómo los monjes han de ser llamados a Consejo.
Cap IV: De los instrumentos de las buenas obras.
Cap V: De la obediencia.
Cap VI: Del silencio.
Cap VII: De la humildad.
Cap VIII: De los oficios divinos por la noche.
Cap IX: Cuántos salmos se han de decir en la hora de la noche.
Cap X: Cómo debe celebrarse el oficio nocturno en tiempo de estío.
Cap XI: Cómo se han de decir las Vigilias en los domingos.
Cap XII: Cómo se han de celebrar Laudes.
Cap XIII: Cómo se han de celebrar las Laudes en días feriales.
Cap XIV: Cómo han de celebrarse las viligias en las fiestas de los santos.
Cap XV: En qué tiempo se ha de decir
Aleluya.
Cap XVI: Cómo se han de celebrar los oficios divinos durante el día.
Cap XVII: Cuántos salmos se han de decir cada hora del día.
Cap XVIII: Con qué orden se han de decir los salmos.
Cap XIX: Del modo del que se han de cantar.
Cap XX: De la reverencia en la oración.
Cap XXI: De los decanos del monasterio.
Cap XXII Cómo se han de dormir los monjes.
Cap XXIII: De la excomunión por las culpas.
Cap XXIV: Qué modo se ha de guardar en la excomunión.
Cap XXV: De las culpas más graves.
Cap XXVI: De los que sin orden del abad se juntan con los excomulgados.
Cap XXVII: De la solicitud con la que debe cuidar el abad de los excomulgados.
Cap XXVIII: De los que muchas veces corregidos no se enmiendan.
Cap XXIX: Si deben volverse a recibir a los monjes que han salidos del monasterio.
Cap XXX: Cómo han de ser corregidos los de menor edad.
Cap XXXI: Del mayordomo del monasterio.
Cap XXXII: De las herramientas y demás del monasterio.
Cap XXXIII: Si deben los monjes tener alguna cosa propia.
Cap XXXIV: Si todos deben recibir igualmente lo necesario.
Cap XXXV: De los semaneros de cocina.
Cap XXXVI: De los monjes enfermos.
Cap XXXVII: De los viejos y de los niños.
Cap XXXVIII: Del lector semanero.
Cap XXXIX: De la tasa de la comida.
Cap XL: De la tasa de la bebida.
Cap XLI: A qué horas deben comer los monjes.
Cap XLII: Que nadie hable después de completas.
Cap XLIII: De los que llegan tarde al Oficio Divino o al Refectorio.
Cap XLIV: Cómo han de satisfacer los excomulgados.
Cap XLV: De los que yerran en el coro.
Cap XLVI: De los que caen en otras cualesquiera faltas.
Cap XLVII: Del que ha de hacer señal para el Oficio Divino.
Cap XLVIII: Del trabajo de manos.
Cap XLIX: De la observancia de la Cuaresma.
Cap L: De los monjes que trabajan lejos del monasterio o van de camino.
Cap LI: De los monjes que no van muy lejos.
Cap LII: Del oratorio del monasterio.
Cap LIII: Cómo se han de recibir a los huéspedes.
Cap LIV: Que no debe el monje recibir cartas ni presentes.
Cap LV: Del vestido y calzado de los monjes.
Cap LVI: De la mesa del Abad.
Cap LVII: De los artifices del monasterio.
Cap LVIII: Del modo de recibir a los novicios.
Cap LIX: Del modo de recibir los niños, así de nobles como de pobres.
Cap LX: De los sacerdotes que quisieren ser monjes.
Cap LXI: Cómo han de ser recibidos los monjes extranjeros.
Cap LXII: De los sacerdotes del monasterio.
Cap LXIII: Del orden de la comunidad.
Cap LXIV: De la elección del abad.
Cap LXV: Del prior del monasterio.
Cap LXVI: Del portero del monasterio.
Cap LXVII: De los monjes que van de camino.
Cap LXVIII: Qué deben hacer los monjes si les mandan cosas imposibles.
Cap LXIX: Que ninguno se atreva en el monasterio a defender a otro.
Cap LXX: Que ninguno se atreva a castigar a otro.
Cap LXXI: Que los monjes se obedezcan unos a otros.
Cap LXXII: Del buen celo que deben tener los monjes.
Cap LXXIII: Que no se incluye en esta Regla la práctica de todas las virtudes