Canonicidad
El significado de la palabra «canon» deriva del griego «kanon» y, probablemente, también del hebreo «kane», que significa una vara para medir, o una regla; metafóricamente, la palabra ha venido a significar «norma» o «medida» de la verdad religiosa.
- Son la regla de la inspiración, es decir, los libros que señalan el límite hacia el que se extiende la inspiración bíblica. En este sentido, el "canon" es el "catálogo de los libros inspirados".
PROTOCANÓNICOS: Aquellos libros sobre cuya canonicidad nunca se dudó.
DEUTEROCANÓNICOS: Aquellos libros sobre cuya canonicidad alguna vez hubo dudas, pero que al final llegaron a entrar en el canon. Estos libros son:
- En el Antiguo Testamento: los libros o las partes de libros escritos en griego. Son: Tobías, Judit, 1 y 2 Macabeos, Baruc, Sirácida, Sabiduría y partes de Ester (Est 10,4-16,24) y partes de Daniel (Dn 3,24-90; 13-14).
- En el Nuevo Testamento: Hebreos, Santiago, Judas, 2 Pedro, 2 y 3 Juan, Apocalipsis, y Mc 16,9-20 (final "canónico" del evangelio) y Jn 7,53-8,11 (la mujer adúltera).
APÓCRIFOS: Son los libros sobre cuya canonicidad se dudó durante un cierto tiempo, pero que al final no entraron a formar parte del canon.
CANON JUDÍO: Aceptan sólo los libros protocanónicos del Antiguo Testamento, es decir, aquellos escritos en hebreo.
CANON ORTODOXO: En las Iglesias ortodoxas se aceptan en general todos los libros protocanónicos y deuterocanónicos, aunque no tienen tomada ninguna decisión "oficial".
CANON PROTESTANTE: Sólo aceptan como canónicos:
- En el Antiguo Testamento: los protocanónicos.
- En el Nuevo Testamento: tras muchas discusiones, terminó por aceptarse el canon "católico", es decir, el formado por el conjunto de los protocanónicos y deuterocanónicos, aunque a veces se consideran de "segunda fila" escritos como Hb, St, Jds, y Ap.
CANON CATÓLICO: Según la definición de Trento, se aceptan todos los libros, protocanónicos y deterocanónicos, con todas sus partes.
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